UN CAMPEON EN DAGUA VALLE RECUERDA SU PASADO
Lunes, Septiembre 28, 2015 | Autor: Daniel Molina Durango -
Reportero de El País
Ya han pasado más de 10 años y hoy en Dagua, mi pueblo, me
siento como uno más dentro de la multitud. De pronto, cuando voy ahí por la
calle, alguien que me reconoce me ve y me dice ‘¿cómo va todo, campeón?’, ” y
las personas que están alrededor se impresionan cuando escuchan eso.
Solo cuando se da esa situación, es cuando cuento algo de mi
historia, porque nunca me ha gustado llegar de entrada diciendo que soy la
única persona que ha podido traer una medalla de oro a este lugar.
Me llamo José Arley Zúñiga, tengo 43 años y en el año 2001
logré el título mundial welter junior de la UBC (Consejo Universal de Boxeo).
En ese momento de gloria yo no sabía bien cómo se manejaba el negocio del boxeo
y quizá por eso ahora no tengo una situación tan buena como debería, pero no me
quejo. Siempre digo que es en la cárcel o en la clínica cuando uno conoce a los
verdaderos amigos.
***
Antes de empezar a boxear, yo pensaba que era de pendejos
uno irle a cascar a otro que no le había dicho nada a uno. Pero por
casualidades del destino, cuando tenía 13 años, un primo me invitó a salir con
él. En ese tiempo por acá algunos se ponían guantes de boxeo y empezaban a
hacer peleas callejeras.
Mi primo me dijo que
probara. Yo no quería, pero al final cedí. Me puse los guantes y al frente tuve
a un muchacho mucho mayor y más grande que yo. Y bueno, con el primer golpe lo
tiré al piso. Nunca pensé que yo iba a poder hacer algo como eso. Entonces me
entusiasmé y comencé a entrenar.
Al cabo de un tiempo y sin llegar a tener un gimnasio acá en
Dagua para entrenar —yo colgaba mi saco en cualquier árbol y ahí practicaba— me
volví muy bueno y tuve una destacada carrera amateur. Fui campeón nacional en cuatro ocasiones, también
fui preselección Colombia y estuve a punto de ir a unos Juegos Olímpicos, pero
al final me dijeron que no.
Entonces me dije que tenía que dejar de ser amateur y
volverme profesional. Fue una decisión dura, porque con 17 años y dos hijos (al
final tuve tres) me tocó irme a vivir a Barranquilla.
Allá las cosas no fueron fáciles. Me tocó trabajar en una
empresa harinera y lo que yo ganaba iba para mi familia. No me quedaba para
más. Yo ni siquiera vivía en un piso, pasaba las noches en una bodega.
Entrenaba desde las 6:00 de la mañana hasta las 8:00. Luego trabajaba hasta las
2:00 de la tarde. Luego hasta las 4:00 volvía a prácticas y luego remataba
trabajando hasta las 10:00 de la noche. Todo eso lo hice porque quería sacar a
mi familia adelante y bueno, uno tiene que arriesgar y aprovechar las
oportunidades, sobre todo de ser campeón del mundo.
***
Yo tenía un muy buen puesto en el escalafón y fue por eso
que el 21 de diciembre del 2001 peleé en Buenaventura contra la ‘Araña’
Vázquez, de Panamá, quien llegaba con un récord de 25-0. La verdad es que el
principio íbamos a pelear en la tierra de él, pero a última hora la asociación
por la que íbamos a competir dijo que no. Entonces peleamos en Buenaventura,
que es como mi segunda casa. Me conocen más allá que aquí.
Antes de salir a pelear tenía un temor horrible. Cómo le
dijera, es una responsabilidad grande representar a un país y cuando subí el
ring y me pusieron el himno de Colombia, se me puso la piel de gallina, como
dicen popularmente. Porque uno está ahí, peleando contra alguien que no conoce
y que venía de pelear en Francia.
Entonces recuerdo que mi entrenador, Jairo Zúñiga, se acercó
y me dijo que atacara primero. Me hizo creer que si hacía las cosas así iba a
ganar rápido.
Y así pasó. A los 2
minutos con 17 segundos del primer round, luego de que el juez nos hubiera
separado, le metí un golpe recto al hígado. El tipo no se paró más. Esa
sensación de ganar así fue inexplicable, porque la gente decía que era la
primera vez que un boxeador vallecaucano se ganaba un título mundial.
Fue un título
conseguido por dedicación, porque en Dagua dos veces fui a pedir apoyo y me
respondieron que no había presupuesto. Como me fue mal con los representantes,
yo mismo me gestionaba mis viajes y ya luego, cuando regresaba, me tocaba
llegar a pagar las deudas.
Pero todo eso tuvo muy poca difusión. Si el boxeo llegó a
Dagua fue por mí, pero los políticos prometen y prometen y nunca apoyan. Con
los 17 millones que me gané lo que hice fue terminar la casita.
***
Después iba a venir lo más difícil. Luego de ganar el título
lo que me dijeron es que me iba a quedar más plata con las defensas. Pero como
dije, yo no tenía un representante, entonces los días pasaban y seguía
esperando. Y la situación en la casa no estaba fácil.
Entonces comencé a trabajar en una obra. Me puse a hacer
unas culatas para un techo, una viga se me partió y yo me caí de cabeza desde
cinco metros. Casi me muero.
Por cosas de la vida y del destino seguí vivo, pero estuve
postrado en una cama por dos años. Los médicos decían que yo no iba a volver a
caminar nunca. Mi esposa, Sara Cristina, me trajo una silla de ruedas, pero yo
le dije que la sacara o me mataba.
Gracias a Dios que el señor me mandó una muy buena esposa.
Porque Sara asumió las riendas de la casa mientras yo estuve en esa situación.
Consiguió trabajo en un restaurante y me ayudó mucho. No es que yo sea
machista, pero me sentía mal, porque siempre me acostumbré a hacer mis cosas
solo.
Pasó el tiempo y yo agarré unas muletas y poco a poco fui
recuperando la movilidad. Al tiempo ya me podía parar, pero a veces me caía
porque se me iba la pierna derecha, no respondía. Y nuevamente el Alcalde de
turno me vino a prometer cosas, a decirme que tranquilo, que me iban a ayudar,
pero nunca pasó nada.
Los médicos me decían que yo no me desnuqué por la fortaleza
que tenía en el cuello, y eso fue lo que me permitió volver a caminar. Fue un
milagro.
***
Cuando me recuperé, quise volver a boxear, pero ya era
complicado. Entonces empecé a trabajar. Yo no tengo ningún problema para eso.
Desde que no esté haciendo nada malo, me le mido a cualquier trabajo.
Me recomendaron no cargar cosas muy pesadas, pero para mí
cargar un bulto de cemento es como llevarme al hombro un kilo de azúcar.
Trabajo ahora como obrero y también en agricultura.
Además, en las tardes, entreno en un gimnasio a los chicos
de acá que quieren ser boxeadores, para que no sigan los malos pasos. Les digo
que hay que tener mucha constancia. Eso
lo hago gratis, porque me gusta. En el gimnasio todo lo que hay para entrenar
es mío. A los chicos los he llevado a Juegos Departamentales, pero nunca hay
apoyo y así es muy complicado.
Pero qué más puedo decir, uno no se puede poner a llorar por
lo que ya pasó. Si acá nunca me hicieron un homenaje cuando fue el momento,
pues ahora es mucho más difícil, pero uno siempre tiene la esperanza. Yo no sé,
pero para mí los homenajes deben ser cuando la persona esté viva, para que
disfrute, porque ya muerto para qué.
Pero dentro de todo hay cosas positivas. Todavía estoy
parado, tengo mi familia, puedo moverme adonde quiero y he logrado la mayor
parte de las cosas que me he propuesto y puedo dar testimonio de esto... ¿Cómo,
entonces, no voy a estar contento con la vida?”.
¿Qué es la UBC?
La UBC es una organización de boxeo que se fundó en Cartagena en el año 1999.
La idea era darle a boxeadores de todo el planeta la posibilidad de luchar por un título mundial.
La UBC no tuvo la importancia de otras organizaciones y por
eso el título de Zúñiga pasó
desapercibido.
Se dice que el ‘Momo’ Romero fue el primer vallecaucano
campeón mundial, ya que su título fue de la FIB (Federación Internacional de
Boxeo), asociación muy reconocida.
244
peleas a nivel amateur tuvo Zúñiga. Logró ganar
un total de
No hay comentarios:
Publicar un comentario