«El secreto de la longevidad y la buena salud es la prevención. Haga los cambios que sean necesarios en su estilo de vida para fomentar la buena salud en el futuro.»
Cortesia : Denton A.
Cooley, MD
MAS SUELA Y MENOS MUELA- MAS SUELINHA Y MENOS MUELINHA
UNA INVITACION A BAJAR LOS INDICES DE SEDENTARISMO MUNDIAL
El corazón humano puede compararse al motor de un auto:
ambos son fuentes de alimentación que mantienen cuerpos en movimiento. El
corazón actúa como una bomba que impulsa la sangre hacia los órganos, tejidos y
células del organismo. La sangre bombeada por el corazón suministra oxígeno y
nutrientes a cada célula y recoge el dióxido de carbono y las sustancias de
desecho producidas por esas células. Pero si el flujo de sangre al corazón
disminuye o se detiene o el ritmo de los latidos se altera, podría peligrar la
vida. Como sucede con el motor de un auto, la forma en que se trate el corazón
determinará cuánto tiempo funcionará y de qué manera.
«Muchas personas cuidan mejor de su auto que de su cuerpo»,
comenta el doctor Denton A. Cooley, fundador del Instituto del Corazón en
Texas. «Se preocupan por cambiar el aceite, realizar la afinación periódica y
utilizar la gasolina apropiada. Pero cuando se trata de su propio cuerpo, lo
alimentan con comidas que contienen mucha grasa y sal, fuman y no hacen
ejercicio en forma regular. Los adelantos médicos no pueden erradicar las
enfermedades cardiovasculares. La buena salud depende en gran medida de que la
gente haga de su parte.»
Las enfermedades cardiovasculares son aquellas que afectan
al corazón o a los vasos sanguíneos. Aunque se han tomado medidas para informar
a la gente sobre sus causas y su prevención siguen siendo la principal causa de
muerte en los Estados Unidos tanto en hombres como mujeres. Las enfermedades
cardiovasculares matan a una persona cada 39 segundos en los Estados Unidos, es
decir, casi 2.200 personas por día, más que el cáncer, enfermedad respiratoria
más baja y crónica, y los accidentes juntos. Nuevos estudios y métodos de
tratamiento han reducido el número de muertes por enfermedad cardiovascular
pero no así el número de gente afectada.
Ciertos factores influyen significativamente en las
probabilidades de que una persona padezca una enfermedad cardiovascular. Son
los denominados «factores de riesgo». Algunos factores de riesgo pueden ser
controlados pero otros no.
«Aunque no es posible controlar factores de riesgo tales
como el sexo, la edad y la herencia, sí es posible cambiar los factores de
riesgo relacionados con el estilo de vida, a fin de prevenir o retrasar la
aparición de una enfermedad cardiovascular», dice el doctor Cooley. «Los
estudios médicos demuestran que es posible reducir el riesgo cardiovascular si
se come una dieta baja en grasa, sal y colesterol, no se consume ningún tipo de
tabaco, se hace ejercicio por lo menos tres veces por semana, se mantiene un
peso sano y se reduce la presión arterial.»
Más información en este sitio Web: Factores de riesgo
cardiovascular
El ejercicio —o la falta de ejercicio— desempeña un papel
importante en nuestra salud. Los estudios demuestran que debemos hacer
ejercicio aeróbico (tal como caminatas rápidas, trote o ciclismo) por lo menos
tres veces por semana durante 30 minutos para fortalecer el corazón. Además,
los estudios médicos demuestran que períodos cortos de ejercicio físico que
juntos sumen 30 minutos por día son tan beneficiosos para la salud como lo son
30 minutos continuos de ejercicio.
«Una de las mejores medidas que podemos tomar para mejorar
la salud es comer alimentos de bajo contenido graso y hacer ejercicio con
regularidad», dice el doctor Cooley. «El ejercicio quema calorías, reduce el
apetito, la presión arterial y el estrés y eleva los niveles de HDL (el
"colesterol bueno"). También mejora la figura y nos hace sentir
mejor. Es casi demasiado sencillo.»
También es posible reducir el riesgo cardiovascular con sólo
implementar unos pocos cambios sensatos en la dieta. Los hábitos sanos para el
corazón incluyen limitar el consumo diario de sal a menos que 2.300 miligramos
de sodio. (Las personas que sufren de presión arterial alta posiblemente deban
limitar aún más su consumo de sal—acerca de 1.500 miligramos por día.)
La dieta debe consistir principalmente en fruta, verdura,
cereales, carnes magras y pescado. Se aconseja reducir el consumo de grasa
(especialmente grasa saturada) y colesterol (carnes rojas grasas, leche entera,
quesos elaborados con leche entera, huevos, platos a base de crema y postres
que contengan mucha grasa).
«Es posible reducir el nivel de colesterol en sangre entre
un cinco y un diez por ciento comiendo una dieta sana para el corazón, es
decir, consumiendo más fibra alimentaria y menos grasa y colesterol», dice el
doctor Cooley. «Cuando comemos alimentos ricos en fibra, nos sentimos
satisfechos y comemos menos alimentos altos en calorías, grasa y colesterol.»
El consumo de alcohol también afecta al corazón. Los
estudios médicos demuestran que el consumo diario de una cantidad moderada de
alcohol protege de las enfermedades cardiovasculares y los ataques cardíacos.
Según los expertos, el consumo moderado es un promedio de una o dos bebidas por
día para los hombres y de una bebida por día para las mujeres. Una bebida se
define como 1,5 onzas líquidas (44 ml) de bebidas espirituosas de una
graduación alcohólica de 40° (80 proof) (tales como whisky americano o escocés,
vodka, ginebra, etc.), 1 onza líquida (30 ml) de bebidas espirituosas de una
graduación alcohólica de 50° (100 proof), 4 onzas líquidas (118 ml) de vino o
12 onzas líquidas (355 ml) de cerveza. Pero el excederse de un consumo moderado
de alcohol puede ocasionar problemas relacionados con el corazón, tales como
presión arterial alta, accidentes cerebrovasculares, latidos irregulares y
cardiomiopatía (enfermedad del músculo cardíaco). Además, una bebida típica
tiene entre 100 y 200 calorías. Las calorías del alcohol a menudo aumentan la
grasa corporal, lo cual puede a su vez aumentar el riesgo cardiovascular. Si
usted no bebe, no comience a hacerlo. Si consume bebidas alcohólicas, hágalo
con moderación.
El estrés es otro factor que puede afectar al corazón. Las
personas que sufren de una enfermedad cardiovascular a menudo dicen sentir
dolor en el corazón durante situaciones de estrés emocional. También es más
probable sufrir un ataque cardíaco en momentos de estrés, porque el corazón se
acelera y aumenta la presión arterial. Cuando esto sucede, el corazón necesita
más oxígeno. El estrés también puede dañar las arterias debido a una mayor
producción de hormonas y a un aumento del flujo sanguíneo durante la respuesta
al estrés. Al cicatrizarse las paredes de las arterias éstas aumentan en
grosor, facilitándose así la acumulación de placa, la cual estrecha la arteria.
Los investigadores creen que el estrés puede empeorar las enfermedades del
corazón.
Ataque cardíaco
Presión arterial alta
«La mayoría de nosotros nos consideramos sanos si no
sentimos síntomas de enfermedad. Sin embargo, a veces el primer síntoma
aparente de enfermedad cardiovascular es un ataque cardíaco», dice el doctor
Cooley. «Cuando comienzan a aparecer los síntomas, el daño ya se ha producido.
Por eso es importante saber cuáles son los factores de riesgo cardiovascular y
tomar las medidas necesarias para reducir ese riesgo. Con sólo controlar uno o
más factores de riesgo, es posible añadir meses y posiblemente años a nuestra
vida.»
Para obtener más información sobre sus factores de riesgo
personales, conteste las preguntas de la Prueba de salud cardiovascular del
Instituto del Corazón en Texas (en inglés solamente).
El doctor Denton A. Cooley fundó el Instituto del Corazón en
Texas en 1962 para el estudio y tratamiento de las enfermedades del corazón y
de los vasos sanguíneos. Se han realizado en el Instituto más de 109.000
intervenciones de corazón abierto y 230.000 cateterismos cardíacos
diagnósticos, una experiencia que ningún otro establecimiento puede igualar.
Los médicos del Instituto son además líderes mundiales en métodos de
tratamiento no quirúrgicos. El Instituto del Corazón en Texas figura
constantemente entre los diez mejores centros de cardiología de los Estados
Unidos en la guía anual de «Los mejores hospitales de los Estados Unidos» de la
publicación U.S. News and World Report.
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