NUNCA ES TARDE SOLO SE NECESITA DETERMINACION
Desafiando el paso del tiempo, participó por
segunda vez en una competencia de running en la cordillera. Lo hizo con un
nieto. “El orgullo de mi familia me motiva a seguir”, contó a Cadena 3.
Desafiando el paso del tiempo a
fuerza de entusiasmo y superación personal, Elisa Forti, una joven abuela de 80
años oriunda de la ciudad italiana de Como y radicada en Argentina desde los 14
años, cruzó por segunda vez la Cordillera de Los Andes a pie.
Lo hizo en el marco de una
competencia de running (deporte que consiste en trotar por senderos de montaña)
denominada El Cruce, que dura tres días, con etapas que oscilan entre los 25 y
40 kilómetros, y que todos los años cambia de escenario.
En una entrevista con Cadena 3,
Forti contó este miércoles que participó de la carrera en dupla con uno de sus
11 nietos, Lihuel, de 19 años, a quien conoció de manera mucho más profunda en
la aventura que emprendieron.
“Primero, me anoté sola, porque
no conseguía compañera. Pero un día, cenando en familia, mi hijo les dijo a sus
dos hijos: '¿Por qué no la acompaña uno de ustedes dos?'. Fue una sorpresa muy
grande que me acompañara con esa madurez y responsabilidad. Yo mandaba el paso
y él me seguía sin protestar”, relató.
“La Nona que Corre”, como la
apodaron a Elisa, comentó que lo que la motiva a seguir haciendo estas
“locuras” es “el orgullo que sienten sus hijos y nietos”.
“Siempre hice deportes: jugué al
voley hasta los 45 años. Después, hice tenis y natación. Además, siempre les
inculqué el deporte a los chicos (tiene cinco hijos, 11 nietos y un bisnieto)”,
reveló.
Sobre su modo de entrenamiento,
explicó con humildad: “Yo vivo en Vicente López. Todos los días voy una hora a
trotar. Pero no sé cuántos kilómetros hago. A mí me interesa empezar el día
cargada de energía y de buen humor. Y a eso me lo da el ruido del agua y los
pájaros”.
“Voy por calles que suben y
bajan. Además, uso mucho las escaleras. Pocas veces tomo el ascensor, a pesar
de que vivo en un quinto piso”, agregó.
Al ser consultada acerca de su
alimentación, reveló que le gusta comer frutas, verduras y alternar carne de
vaca, pollo, pescado y huevo.
Dueña de un fino sentido del
humor y de una exquisita historia de vida, Elisa no se amedrenta ante las
dificultades (participó en El Cruce con una fisura en una costilla) y confiesa
que en el running encontró “la amistad y compañerismo sinceros” que no halló en
otros deportes.
Entrevista de Rony Vargas
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