CORRER DE PARA ATRAS COMO EL CANGREJO ESTA DE MODA
Cortesia EL UNIVERSAL
Con la masificación de la cultura fitness, un sinnúmero de
actividades se abren paso entre los deportistas, una práctica del atletismo ha
tomado fuerza en Medellín. Retrorunning, backward running o simplemente, correr
hacia atrás es una disciplina que está cuajando en la comunidad.
El trote hace parte fundamental en la vida de los
aficionados y deportistas que quieren un estado de salud óptimo y a la vez
tener una figura envidiable, sin embargo una modificación de este ejercicio se
ha empezado a ver con más frecuencia en los escenarios deportivos de Medellín.
El retrorunning tiene sus orígenes a comienzos del siglo XX,
cuando algunos boxeadores y luchadores olímpicos de la época lo utilizaban como
parte de su entrenamiento.
Libardo Hoyos, técnico del atleta antioqueño Rafith Rodríguez,
indicó que esta práctica puede trabajar músculos que no se desarrollan
plenamente en la marcha natural, como los isquiotibiales, los glúteos, los
gemelos y el bícep femoral.
El entrenador de atletismo de velocidad de la Liga
Antioqueña, Raúl Díaz, afirmó que utiliza esta modalidad como parte de los
entrenamientos, porque mejora el equilibrio, el apoyo y la zancada de los
deportistas.
Esos son algunos de los beneficios para los atletas
profesionales, sin embargo en Medellín el retrorunning también es practicado
por deportistas aficionados que resaltan sus bondades.
“Como uno no está mirando para donde corre, el retrorunning
exige recordar la ruta, estar pendiente del terreno y tener todos los sentidos
activos para evitar accidentes, es una conexión entre cuerpo y mente que no se
consigue con ninguna otra disciplina” afirma Manuela Villada, quien conoció
esta práctica en uno de los gimnasios de la ciudad.
Estudios realizados por la Universidad de Milán y la de
Cardiff en Gales, demostraron que el retrorunning disminuye el riesgo de
lesiones en la rodilla, debido a que sus desplazamientos son más cortos y
requieren menos esfuerzo de esta zona del cuerpo.
Entre otras ventajas para los deportistas aficionados o para
quienes quieren perder peso está que el backward running ayuda a quemar casi el
doble de calorías que en un trote tradicional. Libardo Hoyos explica que esto
se debe al esfuerzo y a que la velocidad de desplazamiento es más lenta: “A
mayor intensidad, mayor gasto energético”.
Pero como en todos los ejercicios, es necesario tomar
precauciones ya que por tratarse de un movimiento del que no se está
acostumbrado, podría generar otro tipo de problemas como contracturas
musculares y lesiones cervicales.
César Torres, médico deportólogo de la Universidad
Pontificia Bolivariana, afirmó que como es un movimiento antinatural podría
generar afectaciones físicas como tendinitis en los músculos que cumplen mayor
intensidad y dolores de espalda.
No obstante, destacó que el ser humano siempre está buscando
un cambio a la monotonía de cualquier actividad y que es posible adaptarlo a
todo tipo de prácticas, aunque en este caso, con algunos riesgos.
Entre las recomendaciones para practicar el retrorunning
están las de un calzado adecuado, hacerlo en un lugar seguro libre de
obstáculos y en la medida de lo posible, con el acompañamiento de un
entrenador.
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