A PIE LIMPIO
Brayan David Ramos Correa tiene tan solo dos pares de zapatos. Uno lo utiliza para ir a la escuela, el otro cuando sale a la calle. Por tal motivo los cuida como un tesoro, porque es consciente de los sacrificios que hacen sus padres para comprárselos.
También tiene un sueño: llegar a ser como Usain Bolt, el atleta que más admira en el deporte que lo apasiona y en el que empezó a dejar huella, a pesar de competir descalzo.
“Lo importante es correr, sea como sea, ya que esto es lo que me llena de alegría”, indica el pequeño corredor de tez morena.
En la planta de sus pies se pueden ver algunas secuelas -ampollas- del esfuerzo que hace cada vez que sale a practicar en su lugar de origen, San Juan de Urabá, donde entrena en espacios de cemento o tierra, pero en su noble rostro no se refleja amargura o desconsuelo al competir ante otros chicos que poseen tenis, al contrario, increíblemente se evidencia motivación y esperanza para salir adelante, aún más cuando sobresale ante ellos.
Y ayer, en el inicio del Festival de Babyatletismo en el estadio Alfonso Galvis Duque, el hijo de Rafael Ramos y Luz María Correa fue todo un ejemplo de admiración. Sus grandes zancadas, a pie limpio, causaron sensación como sus buenos resultados.
Con tan solo 11 años de edad, y compitiendo ante niños de 13, logró ubicarse en el segundo lugar de los 60 metros vallas, 600 planos y lanzamiento de pelota del hexatlón, y en la tarde buscaba seguir impresionando en salto largo, 60 y 1.200 metros planos.
Aunque Medellín parecía en la mañana de ayer una caldera -27 grados centígrados en promedio-, el fuerte calor parecía que no afectaba a Brayan, quien indicó que “ya estoy acostumbrado a correr descalzo, aquí me siento como corriendo en un tapete”.
Su entrenador, Javier Bonilla, lo elogia. “Tiene mentalidad ganadora”.
Y es que el pequeño ya había mostrado sus condiciones. Durante los Juegos Departamentales Escolares en La Estrella en 2014 ganó cuatro medallas de oro, también participando sin zapatos. “Es que de los 70 niños que hay en San Juan de Urabá, entre cuatro y cinco solo tienen zapatos de competencia, es muy duro para ellos, pero sus esperanzas de salir adelante no se esfuman”, agregó Bonilla.
Brayan, por su parte, le da gracias a Dios por tener esta nueva oportunidad de salir de su municipio a buscar triunfos. Dice que quiere correr tan rápido, así sea sin zapatos, como su ídolo jamaiquino Usain Bolt; expresa que su sueño es llegar lejos y comenta que su mente está puesta en ser feliz y hacer feliz a esos seres queridos que luchan para brindarle un buen futuro.
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