Un hombre de acero sin piernas
El ex piloto de Fórmula 1, Alex Zanardi, acabó el Ironman de Hawái en 9:47:14 y en la 272 posición
Le amputaron las dos piernas en 2001 tras sufrir un accidente en el circuito de Lausitz
En los Juegos Olímpicos de Londres ganó dos medallas de oro y una de plata en ciclismo
El mundo/ Revista Farodeportes
En 1978, John Collins, comandante de la marina norteamericana,
propuso a sus compañeros combinar la 'Waikiki
Roghwater Swin' de
natación (4 kilómetros), la 'Around-Oahu
Bike Race' de ciclismo (180 kilómetros) y la 'Maratón
de Honolulu' (42'195
kilómetros) para crear la prueba deportiva más exigente del planeta, lo que hoy
se conoce como el Ironman de Hawái. Desde entonces, muchos han
hecho frente al reto, pero pocos pueden presumir de haberlo hecho comoAlex
Zanardi, que, a pesar de disputar la competición sin piernas
-las perdió en un accidente en 2001-, la consiguió acabar en 9:47:14 y en la
272 posición.
La historia del italiano
podría ser considerada por cualquier crítico de cine como un "relato
de superación épico, con los elementos de los mejores thrillers y un final
apoteósico". Porque su vida tiene todos esos ingredientes
y más. Alex Zanardi (Bolonia, 1966) debutó con 25 años en la Fórmula 1 en el
mismo equipo donde daba sus primeros pasos Michael Schumacher, pero nunca llegó
a ser considerado una estrella. Pasó por varias escuderías (Minardi y Lotus)
hasta que decidió cambiar de aires en 1994, trasladando su sueño a América y
ganando consecutivamente dos Champ Cart (1997 y 1998). El italiano volvió a
sonreír de nuevo. Sin embargo, su felicidad se tornó en disgusto en 2001, en el
circuito alemán de Lausitz,
donde sufrió el accidente que lo dejó en coma durante varios días.
Los médicos tuvieron que amputarle las piernas para que sobreviviera, pero sólo eso. El
infortunio de Alex no fue el final de nada, sino el principio de otra carrera
de fondo como deportista. "Se
me dio una nueva vida y quiero aprovecharla al máximo. Para mí esto -participar en el
Ironman- no es una broma ni tampoco una cuestión de valentía u honor.
Simplemente, tengo curiosidad por todo lo que la vida me puede ofrecer",
reconocía en declaraciones a Sport Bild en Hawái antes de que comenzara la
competición.
Del
accidente se rehízo volviendo a competir en BMW con unas prótesis de titanio
adaptadas. Con 37 años, acabó séptimo en la segunda manga disputada en Monza. Y
en 2005, logró en Alemania -el país que le había robado sus piernas- su primera
victoria desde que sólo conducía con las manos. Sin embargo, su ambición fue más
allá y en 2009, quedó cuarto en el maratón de Nueva York. Sus resultados y su
empeño le llevaron a competir en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012,
donde, definitivamente, pasó a ser una referencia, consiguiendo dos medallas de
oro en ciclismo y una de plata.
Para cualquier
guionista, los Juegos podrían haber sido un buen final, pero no para Zanardi,
que dio otro giro inesperado a su relato compitiendo en el Ironman
de Hawái -donde
también estuvo presente Iván Raña, decimoséptimo- acabándolo en 9:47:14:
natación (01:08:43), ciclismo (06:07:51) y maratón (2:24:50). ¿El final de su
historia? No parece. A
sus 47 años, Alex ya prepara su próximo reto, aunque, de
momento, prefiere guardarlo en secreto. Le va el suspense. Al fin y al cabo,
como a él le gusta decir, simplemente es "un bastardo con suerte". Y
con una voluntad de acero, faltaría añadir.
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